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Nuestros peces de aguas interiores.

El inicio de los estudios de nuestros peces de aguas interiores ha sido realizado casi exclusivamente por personas de otras nacionalidades, esto llevó a que lamentablemente gran parte de los resultados de sus observaciones y anotaciones de campo no se guardaran en nuestros archivos académicos para conocimiento de nuestra gente y el aprovechamiento de los centros de estudios superiores. Como un aporte al refrescamiento de lo que se ha descubierto y escrito sobre nuestros peces de aguas interiores, se presenta aquí una relación de las personas, trabajos y año de publicación, a fin de facilitar la búsqueda y localización de obras existentes sobre uno de nuestros recursos naturales más ancestrales.

Por otra parte, como toda ciencia aplicada, la observación y estudio continuado de las especies ha demostrado que los peces son organismos altamente dinámicos, haciendo de la ictiología una materia también dinámica, por lo que periódicamente se llevan  a cabo exhaustivas  revisiones de las características morfológicas y filogenéticas de cada especie en panicular, a fin de ubicarlos lo más acertadamente posible en la escala taxonómica correspondiente.

Jaime Villa en su “Perspectiva Histórica” (1976), escribe que la primera descripción científica de los peces de los grandes lagos de Nicaragua fue publicada por Albert Günther, ictiólogo del Museo

Británico de  Historia Natural, la  realizó basándose en los especímenes colectados por Osbert Salvin y Fredrick Godman quienes viajaron a través de Centro América;  así como también los peces colectados por John Dow, capitán de la Compañía del Ferrocarril de Panamá, quien envió las muestras al Instituto Smithsonian y a la  Sociedad Zoológica de Londres, la publicación apareció  en 1864, en el quinto volumen del «Catalogue of the Fishes of the British Museum» y posteriormente en 1866, especies adicionales fueron descritas en un sexto volumen.

Günther escribió uno de los trabajos más extensos y detallados sobre este tema, el que contiene amplias consideraciones zoogeográficas y descripciones de los lugares de colecta y una sinopsis de las publicaciones y colecciones de los peces del área conocidos, que, a esa fecha, eran unos 300 entre marinos y estuarinos, lo publicó en 1869 bajo el título de «Account of the fishes of the States of Central America».

A inicios de la década de 1870, el Dr. John Bransford realizó colectas de peces del lago de Nicaragua y del río San Juan, enviando las muestras a la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, lo que sirvió a Theodore N. Gill para catalogarlos  y  escribir  una  «Synopsis of the fishes of Lake Nicaragua», publicada en 1877 en “The Academy’s Proceedings” y  posteriormente en una edición de 1878 como una coautoría de Gill y Bransford, la sinopsis contenía la descripción de 21 especies, de las que cinco no eran conocidas y siete fueron clasificadas como nuevas para la ciencia, además, por primera vez, se hizo una descripción del tiburón del lago, el que fue llamado Eulamia nicaraguensis, ya que se creía diferente a los tiburones del  mar.

Otra colección de peces estudiada, fue la que el doctor Louis F. H. Birt colectó en 1888 en el Gran Lago de Nicaragua y a lo largo del Río San Juan, la que envió al Museo Nacional de Estados Unidos y que fue descrita por el ictiólogo David Starr Jordan, aportando 8 especies «nuevas»  para  la cuenca del Gran Lago, ubicando al tiburón del lago dentro del género Carcharhinidae.

En 1896 aparece la primera parte de un voluminoso trabajo sobre “The Fishes of North and Middle America“, escrita por D. S. Jordan y B. W. Evermann, la que fue completada en el año 1900, consistiendo en cuatro partes de 3,400 páginas y 292 láminas, siendo descritas más de 3,200 especies, muchas de ellas nuevas para la ciencia.

El que la familia Cichlidae (guapotes y mojarras) fuese una de las más numerosas en nuestras aguas, atrajo la atención de varios estudiosos, así, encontramos que Jacques Pellegrin del Museo de Historia Natural de Francia, publicó en 1904 un extenso estudio sobre aspectos anatómicos y taxonómicos de los cíclidos, asignando a varios de sus miembros el género Heros.

Una revisión posterior y ampliamente aceptada fue la realizada por Charles Tate Regan, entre los años 1906 a 1908, que aparece en la sección «Pisces» de la “Biología Centrali-americana”, se basó en las colecciones de Godman y Salvin, e hizo una revisión crítica de todos los trabajos, colecciones y referencias sobre distribución de los peces de América Central, no se describían nuevas especies, pero muchas fueron ilustradas por primera vez.

Seth Eugene Meek, exploró las vertientes centrares y del Oeste de Estados Unidos, México y Centro América para estudiar sus peces, es conocido además por sus trabajos sobre los peces mexicanos de agua dulce (1904). En 1906 Meek visitó Nicaragua e hizo una notable colección de peces en el lago de Managua (Xolotlán), lago de Granada (Cocibolca), laguna Tiscapa, laguna Apoyo y otras pequeñas lagunas asociadas a los grandes lagos, fue asistido por el distinguido señor Diocleciano Chávez, en ese entonces director del Museo Nacional de Nicaragua.

Producto de esta visita se publica la obra «Synopsis of The Fishes of The Great Lakes of Nicaragua» en 1907, incluía doce géneros con treinta y cinco especies, nueve de las cuales eran nuevas para la ciencia. Diocleciano Chávez hizo un intento por divulgar en nuestro país la obra de Meek, realizó la traducción del trabajo y en 1913 lo publicó bajo el título «Estudios de los pescados de Nicaragua. Por Seth E.  Meek» pero, lamentablemente, la edición fue bastante limitada.

Años más tarde, junto con Samuel F.  Hildebrand preparó dos grandes obras: «Fishes of The fresh waters of Panamá» (Meek & Hildebrand. 1916) y «The Marine Fishes of Panamá» (Meek & Hildebrand, 1923-28).

Ilustración del pez: Dorosoma chavesi (Meek 1907)
Ilustración del pez: Dorosoma chavesi (Meek 1907)

En 1908 Carl H. Eigenmann y Fletcher Ogle publicaron un trabajo del Museo Nacional de los Estados Unidos y la Universidad de Indiana en base a las colectas de Bransford y Birt, en el que se revisaban y sugerían reasignaciones a algunas de las especies previamente reportadas.  Henry W. Fowler en 1923 publicó «Notes on a few Fishes from the Mosquito Coast of Nicaragua», un trabajo de las colecciones hechas por T.  Bouchelle. W. Huber y F.  Street en la vertiente atlántica, una zona que no había sido investigada hasta entonces.

En 1948 Henry Bigelow y William Schroeder escribieron un trabajo acerca del tiburón del lago titulado SHARKS, en «Fishes of the Western  North Atlantic»,  de la Universidad de Yale, señalando  muchas similitudes  entre  el Carcharhinus nicaraguensis,  que  se creía confinado a las aguas  interiores y el Carcharhinus leucas,  este reporte es el primero  que contiene  una  extensa  descripción científica basado  en cuatro ejemplares enviados  a Estados Unidos.  En un trabajo posterior en 1961, se llegó a la conclusión que se trataba de una misma especie.

El SJ padre Ignacio Astorqui junto con Luis René Rivas en 1960 hacen una colección de peces de los grandes lagos y sus tributarios, además de cierta cantidad de muestras de los peces de la vertiente del Atlántico que en parte fue depositada en el Gulf Coast Research Laboratory, de Ocean Springs, en Mississippi, los resultados de este trabajo fueron publicados por primera vez en el periódico La Prensa y reproducidos posteriormente en la Revista Conservadora en 1967.  La tesis del padre Astorqui fue presentada y aprobada por la Universidad de Miami y luego traducida

al español y publicada por la Revista de Biología Tropical, se publicó en 1972 bajo el título de «Peces de la cuenca de los Grandes Lagos de Nicaragua». en donde Astorqui presenta, además, una teoría sobre el origen de los peces de Nicaragua, y da a conocer una reseña de lo que hasta entonces había sido la historia de la ictiología en nuestro país; el libro ofrece un detalle sobre 16 familias y 45 especies de peces, entre los que también se incluyeron peces marinos que entran a los cuerpos de agua continentales, la descripción morfológica y las claves de identificación respectivas.

El mismo año de 1960 llega a Nicaragua el Dr. Thomas B. Thorson de la Universidad de Nebraska, con el propósito de estudiar la fisiología del tiburón Carcharhinus leucas, iniciando en 1962 una serie de publicaciones de los estudios comparativos realizados sobre el tiburón y posteriormente sobre el pez sierra.  Años más tarde, los estudios más relevantes sobre nuestros peces de agua dulce fueron condensados en el libro «lnvestigations of the Ichthyofauna of Nicaraguan Lakes» publicado en 1976 bajo la edición del Dr. Thorson, conteniendo 52 trabajos que abarcaron desde las teorías del origen de los lagos hasta los resultados de las investigaciones conjuntas realizadas con el entonces Instituto de Fomento Nacional (INFONAC).

En 1982 se publica un libro de texto, como una forma de hacer más asequible la información sobre nuestros peces a los investigadores nacionales, se trató de un compendio de claves, distribuciones y taxonomía, además de abundante información de «todos los peces conocidos hasta entonces», su autor fue el Doctor Jaime Villa y el título de la obra es «Peces Nicaragüenses de agua dulce», impresa como parte de la Colección Cultural del Banco de América.

El Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales impulsó en el 2003  la realización de un estudio sobre la dinámica de los robalos (Centropomidae) que entran al Gran Lago a través del Río San Juan, el que estuvo a cargo de la bióloga Velkiss Gadea y el señor Juan José Camacho, en el, se logró el registro biomorfométrico de 4,098 peces de este género y se sientan las bases para la regulación de su pesca sobre la base de su ciclo biológico y estacionalidad.

En 2008 en un esfuerzo para normalizar a actividad pesquera artesanal, se publicó un trabajo de investigación sobre la ictiofauna de importancia comercial en el Río San Juan y el Lago de Nicaragua, bajo el título de «Abundancia relativa de los peces en la costa oriental del lago de Nicaragua», un estudio realizado por el Biólogo Aldo Hernández y el español Francisco Saborido Rey. En este trabajo se presenta una actualización de la estructura poblacional y los índices de abundancia y estacionalidad de las especies del Gran Lago, así como sugerencias para la utilización de determinados tamaños de malla para la pesca.

El Banco Central de Nicaragua publicó en su boletín número 102 de Bibliografía y Documentación, un compendio de los trabajos más relevantes que sobre el tema de los peces se han realizado, se tituló: «Peces y pesca en los mares y lagos de Nicaragua», conteniendo algunos de los trabajos citados en este artículo, más otros trabajos concernientes a los peces marinos.

 

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